Diario 12 - Proyecto Ciclos
El título de este post puede sonar como un gran cliché, pero lo que es el cliché si no un hecho que se repite muchas veces, por lo que pierde su significado original?
Cuando yo era un poco más joven, hace unos 20 años ;) me sorprendía mirar la nieve en la televisión, y mi padre me decía: "Para mirar la nieve, tenemos que ir a Bariloche." En estas últimas tres semanas este recuerdo de la infancia se me ocurrió, porque aquí en Bariloche (Marcela y yo) vimos la nieve por primera vez!!
Foto 1: San Carlos de Bariloche, Argentina.
Nuestro primer destino en la ciudad, después de desembarcar del romántico tren patagónico el 22 de agosto, era la casa de Miguel y Alejandra, una pareja argentina especial: ella es diseñadora de interiores, él es músico, mecánico de bicicleta, constructor de marcos de bicicletas artesanales, y cicloviajante. Ellos tienen un espacio exclusivo para recibir cicloturistas, un apartamento equipado, cálido, confortable y hermoso, con muebles rústicos, diseñado por ella y construido por él. Por estar en Bariloche, que recibe anualmente más de cien mil turistas extranjeros, el apartamento estudio sería fácilmente alquilado, pero ellos optaron por ofrecer alojamiento gratuito a los cicloturistas para, dicen, apoyar la práctica de viajar en bicicleta y viajar sin salir de casa, escuchando sus historias.
Bariloche en realidad se llama San Carlos de Bariloche, y es un destino turístico internacional reconocido tradicionalmente por el turismo de invierno. Pero hoy en día hay tantos turistas en invierno como en verano aquí, disfrutando de la increíble belleza natural de un lugar que tiene altas montañas pertenecientes a los Andes, como el Cerro Catedral, con 2300m de altitud, o el Cerro Tronador, con 3500m, combinado con grandes lagos de aguas con distintos tonos de azul, que contrastan con el verde de la vegetación. Las montañas o los lagos solos ya serían las principales atracciones turísticas, pero juntos hacen especial la región.
En la primera semana que estuvimos aquí hubo tiempo nublado y lluvia, y la belleza natural de la ciudad se nos mostraba gradualmente ante nuestros ojos, como una cortina que se abre lentamente. En nuestro segundo día en la ciudad hicimos en bicicleta un tour de 40km llamado "Circuito Chico", y el frío y la lluvia nos ayudaron a ganar más experiencia, porque todavía no habíamos pedaleado en estas condiciones; al final del día teníamos las manos y los pies mojados y fríos, y la primera capa de ropa después del impermeable también estaba húmeda. Ahora sabemos qué puntos debemos mejorar si queremos montar en estas condiciones. En el camino, en el principio, tuve mi primera caída de la bici porque estaba muy cerca de Marcela pedaleando con los pies metidos en el pedal por la "jaula": Marcela frenó de repente y yo frené después de un segundo... Demasiado tarde. Golpeé la parte trasera de su bicicleta y caí de lado, recto como una tabla, con los pies atrapados en el pedal. A pesar del susto, hice apenas una pequeña contusión en una rodilla.
Foto 2 : Circuito Chico, lluvia, frío y 45 km de paseo.
Esperábamos encontrar nieve en Bariloche, y este encuentro tuvo lugar cuando Marcela, que no tenía ganas de montar después de nuestra experiencia en el "Circuito Chico", estuvo de acuerdo en hacer otra excursión en bicicleta: subir el camino al Cerro Otto, a 1400m sobre el nivel del mar. Desde el medio de la carretera, un camino de tierra empinada, empezamos a darnos cuenta de algunos árboles de pino con algunas marcas blancas, asemejándose a una espuma de jabón. Miramos y no podíamos contener la emoción de las sonrisas; la idea era ir hasta el final sin parar, pero no fue así... Me detuve, bajé de la bicicleta, me quité los guantes y suavemente puse un dedo en la nieve. Una gran alegría invadió mi cuerpo ... En fin sentía la nieve!!! Agarré un poco con las manos y la textura me recordó hielo raspado, el mismo que un señor vendía en el centro de Ourinhos, con sabor a grosella, maracuyá, piña o limón, y la cobertura con leche condensada. Marcela también sintió la nieve, ya se había montado en la bici y subía la colina, y yo me quedé allí unos minutos más haciendo un muñeco de nieve. Cerca de la cima del Cerro, la magia sólo aumentó: el camino estaba bloqueado para los coches, ya que estaba todo cubierto de nieve, así como la vegetación alrededor. No esperaba esto, y una vez más no pudo contener la emoción. Tratamos de montar la bici pero no fue posible; el neumático se deslizaba y se hundía en la nieve y no podíamos movernos. La única manera de subir era empujando las bicis, pero antes de eso hicimos una guerra de nieve, un muñeco, y yo aún me animé a intentar hacer un "angelito" en el suelo ... todo era nuevo!!
Foto 3: Muñeco de nieve.
Otras excursiones que hicimos fueron trekkings (senderismo) en las proximidades del Lago Gutiérrez y hasta un refugio de montaña, un lugar para la gente pasar la noche protegidos del frío de la montaña y la nieve, el Refugio Frey. En las próximas semanas prepararemos un post contando detalles sobre los recorridos que hemos hecho aquí, con fotos y consejos para aquellos que quieren venir a Bariloche.
Foto 4: Refugio Frey
Siguiendo nuestro objetivo de aprender y adquirir nuevas experiencias, tuvimos la oportunidad de ir a ayudar en la recepción de un albergue (hostel), formando parte de un grupo de 4 a 7 viajeiros (uno de Colombia está haciendo un viaje en motocicleta a través de América del Sur, y tiene la página Perdido por Suramérica). En el primer y según día tuvimos la típica ansiedad y mariposas en el estómago, ya que no conocíamos bien la ciudad y teníamos que proporcionar información turística a "Pasajeros" (huéspedes), contestar el teléfono, hacer reservaciones, venta de excursiones, y además, en el segundo día estuvimos solos en el albergue sin la presencia de trabajadores más experimentados, jejeje, pero teníamos en la mano el teléfono del dueño del lugar, podríamos llamar si teníamos alguna pregunta. Ha sido una experiencia muy buena.
Hostel es un tipo de alojamiento a precios más bajos que los hoteles, que se caracteriza por tener las habitaciones y baños compartidos y cocina abierta. Es muy popular entre los mochileros (backpackers), generalmente jóvenes, que viajan con bajo costo en todo el mundo y buscan más conocer lugares y personas que tener una gran comodidad. El ambiente es informal y los trabajadores en general son jóvenes.
Nuestra estancia en el albergue nos trajo un contacto importante: Josefina, o Jose, una amiga viajeira, nos está ayudando a organizar un taller de compostaje doméstico que llevará a cabo el Sábado, 12 de septiembre aquí en el albergue. Ella consiguió la autorización del titular del albergue, hizo el diseño del cartel y nos ayudó en la difusión del taller; logramos apoyos de dos gráficas que hicieron las impresiones de los materiales teóricos, certificados y carteles de forma gratuita, y también el apoyo de dos diarios de la ciudad que difundirán nuestro viaje y taller. Maravilla!!
Foto 5: Taller de Compostaje. Éxito! 3 horas y media de buena conversación y aprendizaje.
Foto Josefina Speranza
Cuando salimos de viaje, nuestro plan, además de obtener nuevas experiencias, conocer culturas, personas y lugares diferentes, era hacer charlas y talleres en los lugares adonde íbamos. La realidad del viaje nos mostró que la prioridad siempre fue planificar nuestra ruta, saber dónde íbamos a dormir y que comer... Es decir, no nos quedaba tiempo para planificar conferencias. Encontrar un lugar donde podemos permanecer por algunas semanas y encontrar a alguien que nos ayude en la organización de actividades, como ocurrió en Dourados, Brasil, es una oportunidad que me llena de alegría, porque estamos cumpliendo uno de nuestros objetivos de viaje, el intercambio de conocimientos!!!
Foto 6: otra buena noticia en este período fue recibir este bello arte hecho especialmente para el Proyecto Ciclos de nuestro amigo artista Jhon Bermond, del "Arte da Terra". Su inspiración fue el diseño del uruguayo Joaquín Torres García, "Nuestro norte es el sur".
Una vez que vimos la nieve y muchos lugares hermosos, sólo nos falta ver nevar. Es cada vez más raro ver nevar en el centro de Bariloche nos dicen los residentes de más edad (en las montañas es común), y el hecho de que estamos casi en la primavera nos hace aún más lejos de la posibilidad de ver copos de hielo blancos que caen del cielo cambiando el color del paisaje urbano.
En la madrugada del 8 de septiembre hacíamos el trabajo del turno de la noche, y a las 2 a.m. fuimos a dormir en un sofá de la recepción, porque ya no había trabajo.
Algún tiempo después me desperté sobresaltado, preocupado por la hora (7 a.m. debíamos organizar el desayuno); miré por la ventana y vi el cielo diferente, más brillante que de costumbre, y gruesas gotas de lluvia cayendo lentamente en la calle. Miré más de cerca, y qué sorpresa: las gotas gruesas eran en realidad la nieve!!
Estaba nevando por ahí, yo no lo podía creer!!! Desperté a Marcela y ella se puso estática viendo el espectáculo natural de la ventana... Era precioso !! Calzamos nuestras ojotas y experimentamos salir a la calle para sentir la sensación de copos de nieve cayendo sobre nosotros, húmedos y fríos (en ese momento comprendimos por qué necesitamos ropa impermeable para la nieve). Hacía frío, y rápidamente volvimos a la comodidad del hostel. En las condiciones en que eso pasó, ver la nieve parecía un sueño. Dormimos, y cuando nos despertamos, ya no había casi marcas de nieve afuera, porque había nevado poco. Sin embargo, poco más de 24 horas más tarde, el centro de la ciudad amanecería blanco, cubierto de nieve.
Nieve? En Bariloche!!
Foto 7: Finalmente vimos nevar!!!! Qué hermoso despertar con la ciudad cubierta de nieve.
Información de ruta
Día 152 al 172 – 22 de Agosto al 11 de Septiembre de 2015
San Carlos de Bariloche, Argentina
Gastos hasta el momento (en Reales): R$8.691,00
Gastos por día (en Reales): R$50,53
Distancia en bicicleta hasta ahora: 2.307 kilómetros
Distancia en autobús, barco y tren hasta la fecha: 2.739 kilómetros
Agujeros en neumáticos hasta ahora: 9
Foto 8: Mapa del recogido.
