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  • Alan Mortean

2016, un año de trabajo!


Proyecto Ciclos - Diario de a bordo 21

El 1 de enero, a mediodía yo empezaría a trabajar en un restaurante italiano en la ciudad costera de El Quisco, a unos 80 kilómetros de Valparaiso. Este trabajo de verano que duraría los meses de enero y febrero, lo logré por medio de José, el mexicano que nos recibió en su casa cuando pasakos allá en bicicleta hace poco más que un mes (más información acerca de nuestra estancia allí puede ser vista en los Diarios de a Bordo 18 y 19). Ahora volvíamos para trabajar y estar de nuevo en su casa.

Valparaiso estaba completamente llena de gente que vino a la ciudada los miles para ver los fuegos artificiales de Año Nuevo; por lo que anticipamos problemas para tomar un autobús ese día.

Foto 1 : Fiesta Año Nuevo en Valparaiso.

Nos despertamos temprano y nos dirigimos hacia la terminal de buses. Estaba llena, y me imagino que alrededor del 50% de la gente de allí no había dormido la noche anterior. Aunque habian muchas personas de pie, sentadas, acostadas, dormiendo y despiertas, sólo uno de los mostradores de las compañías de autobuses tenñia cola para comprar un boleto. A medida que caminábamos a lo largo de la terminal y nos aproximábamos de la cola, nos dimos cuenta de que ella era para el bus con destino a El Quisco, jajaja. Me esperé en la cola de unos 40 minutos y compré el boleto para el segundo bus, maravilla! Mientras estaba parado en la fila, un hombre vino a pedirme un poco de información; él teniá una mezcla de alcohol con mal hálito tan fuerte que casi no puse atención a la cuestión.

Cuando subimos en el bus Marcela vio que nuestros asientos estaban ocupados... "No puedo llegar tarde en el primer día de trabajo, pensé." Para que cada pasajero se sientase en su asiento, el conductor tuvo que intervenir, y fue necesario reubicar unas 6 u 8 personas.

Foto 2: Primeiro día de Trabajo.

Llegamos temprano en El Quisco, a las nueve de la mañana, y dimos con el portón de la casa de José cerrado. Él es un veterinario, su casa y su clínica están en la misma planta; él había dejado un cartel en la puerta diciendo algo como "Está cerrado, no grites alo alo alo. Reabriremos el .... ". Después de leer esta placa, le llamamos con timidez, pero no hubo respuesta. Entonces salté el pequeño portón, fui a la puerta detrás de la casa, y él y Alia (su esposa) aparecieron con la cabeza en la ventana buscando quién estaba vagando a través de su patio.

Antes de salir, yo todavía tenía que montar las bicicletas, que habíamos llevado a la casa de José cuando la familia de Marcela vino a visitarnos en Valparaíso. Las bicis estaban casi completamente desarmadas. Como casi siempre ocurre, rearmar fue un poco más difícil de lo que pensaba, y yo terminé yendo al restaurante con mi bicicleta sin freno trasero, y con el guidon no totalmente fijo, jajaja; "Detalles" que reparé en el día siguiente. Después de unos 30 minutos de pedal finalmente alcancé el restaurante, listo para mi primer día de trabajo.

Mi papel era simple: lavar los platos. Trabajé de 13 a 18:30 horas, y terminé aturdido ... Nunca había lavado tantos platos, cubiertos, vasos, copas y tazas en toda mi vida. La cantidad era impresionante; El sábado y domingo fueron iguales. El restaurante está abierto de martes a domingo para el almuerzo y la cena, pero el movimiento de este fin de semana fue tan grande que no se pudo abrir el domingo por la noche ni el martes por falta de stock. Así que volví a trabajar solamente el Miércoles.

Foto 3: Estacionamiento para trabajadores.

En estos días Marcela estaba con cólicos premenstruales y estaba en la casa. Cuando ella mejoró, salió a buscar un trabajo (ya que es verano y estamos en la costa, hay muchos turistas aquí, sobre todo los fines de semana, y conseguir un trabajo es relativamente fácil). Casi se fue a un lugar que vende empanadas, luego trabajó en un restaurante durante dos días y el dueño le pago una miseria. Al final llegó a trabajar en el mismo restaurante que yo, y en una gran posición, ya que es ayudante de la cheff.

Foto 4: A camino de la casa.

Yo trabajo en el almuerzo y Marcela en la cena hasta la medianoche aproximadamente. Nuestra casa está a 8 kilometros del trabajo, y para ella no volver pedaleando sola, yo me quedo en el restaurante hasta que ella termine, y volvemos juntos. Esto podría ser un calvario, pero en realidad estoy disfrutando, ya que hay un espacio cómodo y abierto en los fondos del estaurante y con acceso (no muy fiable) a Internet. Me quedo ahí todos los días, usando el tiempo disponible para escribir para el Blog, planear la continuidad del Proyecto Ciclos y aprender acerca de webdesign.

Foto 5: Tomando tiempo para asimilar las experiencias.

Mantenernos estos meses parados, y con una rutina establecida, está siendo un placer para nosotros, porque además de estar aprendiendo en nuestro trabajo, tenemos tiempo para escribir y investigar sobre el viaje, y sobre todo, estamos tomando tiempo para asimilar las experiencias que tenemos tenido hasta ahora, en ess 10 meses y medio de Proyecto Ciclos. Deseamos hacer muchas cosas, nos sentimos felices y llenos de energía.

¡¡¡Vamo que vamo!!!

Información del viaje

Mapa de ruta

Día 284 al 314 – 1 al 31 de Enero de 2016

De: Valparaiso, Chile

Para: El Quisco, Chile

Gastos hasta el momento: R$ 17.030,86

Gastos por día: R$ 54,74

Distancia en bicicleta hasta ahora: 3.319km

Distancia a dedo, en autobús, barco y tren hasta la fecha: 6.923km

Agujeros en neumáticos hasta ahora: 11

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