Alan e Marcela Mortean
- 5 de abr. de 2016
- 4 min de leitura

Profundizando en el freeganismo

Proyecto Ciclos - Diario de a bordo 21

"Ciao" es una expresión italiana que significa "Hola" o "adiós".

A lo largo del mes de febrero continuamos trabajando en el restaurante, periodo en el que yo a diario cumplía un ritual que consistía en despertar a las 10:00, hacer una pequeña práctica de yoga, bañarme, comer plátano con avena para desayuno, y pedalear hasta Algarrobo, el pueblo vecino. Marcela cumplía casi el mismo ritual, con la diferencia de que no hacia yoga (pero siempre promete que va a empezar a hacer en el futuro, jajaja), y que no iba a trabajar al mismo tiempo que yo.

Foto 1: Carrito de musica.

Al inicio del tramo yo cruzaba con un hombre que tenía un carrito del tamaño de un carrito de palomitas de maíz, que en realidad es una grande caja de música tocada de forma manual mediante una manivela. Ese carrito desprendía una magia que me transportaba a los parques de diversiones con sus tiendas de colores y luces amarillas por la noche, payasos, vendedores de palomitas de maíz y algodón de azúcar... un parque en el que nunca he estado, pero yo creo que está en mi subconsciente por imágenes que he visto en películas.

Hablando sobre parques, tomamos un día libre y fuimos en uno aquí en El Quisco, Chile. Fuimos en sólo una atracción, una entretención que daba vueltas, y observamos que nuestra capacidad de resistencia a giros disminuyó considerablemente si comparar a unos 10 años atrás, jejeje. Dejamos el juguete mareados, y Marcela se quedó unos minutos sentada en un banco para recuperarse.

Foto 2: Comprando nuestros pasaportes.

En el verano hay muchos turistas aquí, casi todos chilenos, y algunos argentinos, y el restaurante está casi siempre lleno. Como he dicho en el diario de a bordo anterior, trabajo lavando platos, es decir, al final de la cadena de producción del restaurante, y me quedé impresionado con la cantidad de comida que va a la basura allí todos los días, y también me impresionó el hecho de compañeros de trabajo botar alimentos en la basura sin ningún tipo de problema. Marcela y yo no estamos acostumbrados a tirar comida a la basura; por el contrario, aprovechamos todo lo que podemos.

Este choque inicial me proporcionó una reflexión: yo también me acostumbraría a tirar comida en la basura si trabajase en un restaurante por más tiempo? ¿Cuántas personas podrían ser alimentadas solamente con la comida que se desperdicia en un solo restaurante en un día? Fue pensando así que, de manera gradual y con la ayuda de los compañeros de trabajo, empecé a interceptar una parte de los alimentos que se iban a perder (recordando que Marcela y yo somos ovolactovegetarians, es decir, no comemos carne pero comemos huevos, leche y derivados), para comer después del trabajo. Con esta práctica, reúno ensalada con lechuga, tomate, aceitunas, trozos de pizza, ñoquis, tallarines (un tipo de pasta), pan, etc., y nuestro gasto en alimentos se destina prácticamente para la compra de frutas y avena.

Sabemos que el desperdicio de alimentos no es sólo responsabilidad de los restaurantes, pero es un reflejo de nuestra forma de vida. Fuimos educados como si viviéramos en un planeta con recursos infinitos, y el desperdicio de materiales es una de las consecuencias de eso. Cómo sensibilizar a la gente para que sepan que vivimos en un mundo con recursos finitos?

"Basura es una palabra inventada por nosotros, los seres humanos, pues en la naturaleza, lo que es un residuo para un ser viviente es alimento para otros seres."

En general, el desperdicio ocurría en dos pasos en un restaurante: en primer lugar en la etapa de preparación, después en la etapa de consumo. ¿Quién quiere ir a un restaurante, pedir una ensalada y recibir una hoja de lechuga marchita,o un tomate un poco más maduro? Esta calidad se mantiene a expensas de los residuos de alimentos que no se encajan en el patrón, y eso está insertado en el precio de los alimentos (porque si no fuera así, el negocio no sería rentable). En la etapa de consumo el despedricio se produce en los restos de comida que se quedan en el plato (quién nunca dejó restos de comida en un plato, que tire la primera piedra).

Foto 3: Amigos adoptando el freeganismo.

La raíz de las dos formas de residuos de alimentos son una: nosotros. En primer lugar, porque existe una demanda de un cierto nivel de presentación de la comida (a fin de cuentas, "estoy pagando"), y en segundo lugar porque nosotros mismos terminamos dejando la comida en nuestros platos. Al cabo, ¿quién quiere comer las sobras? Cualquier cambio en el sistema pasa antespor un cambio interno nuestro.

"Freeganismo es un movimiento de personas que recuperan y consumen alimentos que son desperdiciados en ferias, supermercados y restaurantes, por ejemplo"

Ahora que hemos señalado los "culpables", qué hacer para mejorar? Las posibilidades de cambios son muchas ... Y si estos alimentos fueran destinados diariamente a instituciones o escuelas, o donados a los que querían recibirlos? Y si los residuos orgánicos fueran compostados y transformados en abono? Abriento un poco más nuestras posibilidades, y si hubiera un programa de recolección selectiva y reciclado de los otros residuos? Cliché a un lado, donde hay problemas, también hay muchas oportunidades.

Después de esta experiencia, sentí que realmente es posible vivir con el desperdicio de otros. Pero no fue sólo esta importante experiencia que tuvimos. Fueron dos meses de trabajo en un estado de ánimo muy positivo; todos los días nuestros compañeros de trabajo nos recibian con sonrisas y alegría, un clima que era mantenido por el corazón del restaurante: la cheff, una persona linda, que es gran para relacionarse con las personas y se preocupa por el bienestar de cada uno de los trabajadores. Este trabajo nos ha dado nuevas experiencias de vida, y crecimos un poco más. Agradecemos a todos los compañeros por los momentos compartidos, y, sobre todo, por todas las sonrisas !!

Ciao, Ciao !!

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