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  • Alan Frederico

Conquistando nuestra independencia


Proyecto Ciclos – Diario de a bordo 31

Después que dejamos Mariana en el aeropuerto aún estuvimos dos noches más en Cusco, donde, para no perder la costumbre, contamos con la ayuda de buenos corazones que nos ayudaron a empujar la AlMa para prenderla. Pero ni eso nos ha resuelto. Terminé una vez más caminando por la calle con la batería en mis hombros, buscando un lugar para cargarla. AlMa despierta, aprovechamos la oportunidad para cargar combustible, calibrar los neumáticos, cambiar el aceite y los filtros, porque había pasado casi siete mil kilómetros desde el último cambio. ¡¡Así, ella quedó lista para viajar!!

Nuestro próximo destino era Lima, donde haríamos Couchsurfing. Para llegar allí, tardamos cuatro días (1.200km), siendo tres días subiendo y bajando las montañas llenas de curvas, donde nuestra velocidad promedio fue de 40 km/h. Pasamos por hermosos paisajes, los más impresionantes en una llanura que estaba en las montañas, a 4.500 metros sobre el nivel del mar. Otro punto lindo de la ruta fueran unas aguas termales que se encontraban en el borde de la carretera; super calientes, nos dajaron súper relajados. En todas las noches dormimos en estaciones de servicio (grifos, aquí en Peru).

Nos quedamos una semana en Lima haciendo Couchsurfing en la casa de André, que nos recibió con mucho cariño, nos habló de la ciudad, hablamos de Perú, de política y de viajes. Lleno de energía y alegría, él fue nuestro guía en la Plaza de las Aguas (la foto habla por sí misma) y en el distrito bohemio de Lima llamado Barrancos, donde fuímos a una discoteca. Como si eso no fuera suficiente, en nuestra despedida nos llenó de regalos, incluso me dio una hermosa camisa oficial del equipo nacional de fútbol del Perú. ¡¡Gracias por todo Andre!!

Todavia en Lima encontramos a Pedro, nuestro amigo uruguayo-israelí que conocimos en Bolivia, en el Ashram Chamánico Janajpacha, que nos invitó a cenar con su madre. Antes de salir de la capital peruana, compramos una nueva batería para la AlMa, pues la vida de la antigua ya había terminado. Con la nueva batería y al nivel del mar, ya no teníamos que preocuparnos por prender la AlMa durante la noche o la madrugada.

Desde la capital, nos movemos hacia el este hasta Cieneguilla, un pueblo lleno de casas de campo; allá participaríamos de un curso de meditación de once días. Guiándonos por el GPS, terminamos nos perdiendo, pero fuimos salvados por un guardia al cual levantamos, y que nos llevó a la ciudad, donde él vivía. Esta noche nos quedamos en un alojamiento por 30 soles porque Marcela quería ducharse y no encontramos ninguna ducha disponible.

Durante los últimos tres años hemos oído amigos hablar de la meditación Vipassana en varias ocasiones. Queríamos tomar el curso, pero nuestras fechas nunca coincidían, lo que ahora ocurrió precisamente durante el viaje. El curso fue una experiencia muy fuerte para nosotros, donde el mayor desafío no fue estar en silencio durante diez días, pero meditar durante once horas al día.

Vipassana es un método de meditación enseñado por Sidarta Gautama, el último Buda, hace 2.500 años, y ahora se enseña en muchas partes del mundo a través de este curso normalizado de once días. Tal vez en el futuro escrivamos más acerca de este tema ... Ahora continuamos viajando.

Después del curso, nos quedamos un día más en la ciudad para relajarnos y hablar de nuestras experiencias en el curso. Ese mismo día, nuestro hornillo MSR Internationale, que utilizamos desde el prímer dia de viaje, se rompió en un punto irrecuperable, lo que nos obligaría a comprar una pieza de repuesto, si la hay. Cuando esto sucedió, mi primera reacción fue de sorpresa, después de ira, porque no esperaba que este equipo tan recomendado y usado por cicloturistas y montañeros de todo el mundo se rompería de esta manera. Mi tercera reacción fue reflexionar, y me di cuenta que yo era rehén de esta tecnología y de la empresa MSR, hasta el punto de no ser capaz de poder reparar yo mismo el hornillo. A partir de ahí, empezamos a pensar juntos en un hornillo hecho por nosotros, sencillo y funcional, y que podamos reparar en caso de rotura; y estamos teniendo resultados interesantes.

Vamo que vamo "a conquistar la verdadera independéncia", ya que "el más rico es el que tiene menos necesidades".

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