Proyecto Ciclos – Diario de a bordo 36.
Desde el pequeño Pueblo de Guatape fuimos a la grande ciudad de Medellín, que recientemente volvió al escenario mundial a través de la exitosa serie “Narcos” producida por Netflix y estrellada por Wagner Moura (actor brasileño) en el papel de Pablo Escobar, el legendario narcotraficante de la ciudad.
La historia reciente de la ciudad está determinada por una guerra entre tres actores: los narcotraficantes el gobierno y las milicias. No hablaré mucho del asunto pues mis conocimientos son superficiales para una cuestión tan compleja. Para quien va visitar la ciudad recomendamos que visite el Museo de la Memoria, que es dedicado al tema. Lo que yo puedo decir es que este conflicto generó mucho miedo, muerte y sufrimiento, es una herida en cicatrización.
Pero Medellín no es solamente narcoturismo, es una ciudad grande bonita, ordenada, con muchos parques y áreas verdes, y con un sistema de transporte eficiente, con buses, metro y teleféricos integrados.
En esta ciudad dormimos adentro de AlMa (nuestro auto), adelante de la casa de Tatiana, amiga colombiana que conocimos algunos días antes. Eddie, nuestro amigo español, también estaba allá. Salimos para bailar salsa, fuimos en un lindo show de un conjunto colombiano con bonitas letras llamado Aterciopelados, participamos de la Noche de Velitas con la familia de Tatiana (noche del día 7 de diciembre, día de la Virgen Inmaculada Concepción), en que las familias se reúnen, escuchan músicas tradicionales, comen, beben y prenden muchas velitas en las aceras. Es un evento que marca el inicio de las celebraciones de Navidad. Bastante lindo!
Allá también cuidamos de AlMa, cambiamos aceite y arreglamos el vidrio que no se abría.
Hace algunos días supimos que la familia de Marcela nos visitará en Cartagena, del 1 al 10 de enero, entonces resolvimos ir directamente a esta ciudad costeña buscar un lugar para recibirlos.
Cartagena de Indias está en el norte colombiano, en el Mar de caribe, escenario de legendarios piratas como el inglés Francis Drake. Su clima es caliente y húmedo. Bastante caliente!
No logramos un contacto en la región para recibirnos, ni usando la red Couchsurfing. Quedamos cuatro días alrededor de Cartagena para buscar un lugar amoblado para alquilar por un mes, y fue un poco complicado encontrar. Por ser alta temporada, los precios estaban altos también. Al fin encontramos un apartamento al norte de la ciudad y allá quedamos.
Antes de llegar la familia nosotros nos preparamos para cruzar al Panamá, donde reempezaremos a pedalear, hasta México, en enero. Compramos un boleto de avión, ya que lamentablemente no hay barcos directos al Panamá, vimos cómo vender AlMa (para un chatarrero, ya que no era posible vender legalmente) y empezamos a entrenar. Felices por volver a pedalear!
Cuando llegó la familia tuvimos diez días intensos. Fuimos varios días a la playa, conocimos el centro histórico, salimos para bailar, cocinamos juntos, peleamos juntos y nos reímos mucho. Es bastante interesante observar la conexión que tienen las tres hermanas, y cómo ellas son parecidas en varias cosas, y en algunos detalles, como ser vegetarianas.
Después que la familia volvió al Brasil, tuvimos cuatro días más en Cartagena; días en que empacamos nuestras cosas, limpiamos el apartamento para entregarle, y donamos AlMa. Sí, donamos, pues el chatarrero no quiso más comprarle y otro nos ofreció solo US$200,00. Ejercitamos nuestro desapego y la donamos a un señor amigo de la Señora Rosita, una colombiana especial que vive cerca del apartamento que alquilamos; una señora que ya apretó la mano de Fidel Castro y que dijo que “él estaba rodeado de un aura especial”
Así terminamos la segunda parte del viaje, así terminamos un ciclo más. Que venga la América Central y México, la tercera y última parte del Proyecto Ciclos!!
Informaciones del viaje:
Mapa del trayecto:
